LUIS F. AGURTO OLAYA : 122 ANIVERSARIO DE SU NACIMIENTO
Quiero exonerarme de la autoría del artículo que nos
recuerde a don Luis Felipe Agurto Olaya en el 122 aniversario de su nacimiento,
pues no deseo que el sentimentalismo por ser este artista un paisano mío me
arrastre al empleo de los mejores adjetivos para hablar sobre su vida y su
obra. Por eso para recordar este nuevo aniversario de su nacimiento que se
cumple el 9 de marzo hago uso de un artículo de uno de los tantos personajes
que han hablado de este distinguido huaqueño de una forma imparcial. En esta oportunidad hago uso del artículo
titulado “Luis F. Agurto Artista nacional y gloria de Piura” del talentoso
profesor, crítico, investigador y hombre de letras, don José H. Estrada
Morales, escrito hace algunas décadas.
Decía don José Estrada que la obra escultorica de Luis F.
Agurto Olaya tiene la fuerza telurica que es común en los artistas piuranos,
comenzando por Merino y Montero –nuestros símbolos- El sol, la tierra, el viento, la lluvia,
diéronle la energía suficiente y el aire cósmico indispensable que supo
imprimir excelentemente en sus creciones.
Por eso, sin duda alguna, escogió a nuestros héroes como una motivación
sustantiva. En todas sus estatuas es
común la galladía, la actitud viril, el gesto enhiesto y libre, sobreponiéndose
al infortunio o al desamparo.
Cuando Luis F. Agurto murió (4 de junio de 1967) estaba en
la plenitud de su trabajo y tenía listos dos proyectos para entregar en Piura:
“La Resurreción de la Muerte” y el “Mausoleo a Merino”. Son obras, obviamente con expresiones tiernas
y doloridas donde la dicotomía vida-muerte es el nervio de la creación.
Luis Agurto Olaya fue humilde de raiz. Cholo puro. Nacido en
La Huaca el 9 de marzo de 1893. Fue niño precoz. Cholo tenía que ser quien, por estirpe y por
cruzamiento de razas, esculpiera las virtudes de ellas y las perennizara en el
semblante estoico de Tupac Amaru y en el gesto sereno y viril de Miguel
Grau. Mestizo tenía que ser quien
obediente a los nuevos destinos se hizo pasajero del progreso (Mario Negro
Zedog)
Se modeló desde niño impresionado por la belleza natural del
paisaje y llevando en sus venas sangre de artista que, en la tierra nuestra, es
orgullo y tradición. Intuitivo con la
riqueza interior llena de belleza. Desde
la escuela primaria (en La Huaca) expresó sus inclinaciones, hasta que se
produjo el milagro… Tenía apenas diez
años cuando el Presidente José Pardo visitaba Piura. Por ferrocarril él y su comitiva oficial
viajaban vía Paita-Piura. En cada
estación en cada pueblo, era objeto de un recibimiento entusiasta. Llegó a La Huaca y todos se volcaron para
conocerlo. Inclusive los estudiantes
primarios. Agurto “churre” aún, también
fue impresionado. Y cuando a los dos
días de retorno la comitiva
presidencial, su maestro orgulloso y satisfecho, regaló al mandatario un
retrato suyo hecho a lápiz, todos quedaron gratamente sorprendidos. “Es un
excelente Courrier[1]” dijo el presidente Pardo. Sin embargo todos quedaron maravillados
cuando supieron que el autor era un modestísimo estudiante del lugar.
Pocos días después Agurto estaba en Lima estudiante en la
Escuela de Artes y Oficios. El presidente habíale otorgado una beca, la que
supo aprovechar pues al ocupar el 1er. Puesto fue becado por el nuevo
Presidente de la República, don Augusto B. Leguía, a la Escuela de Bellas Artes
de Paris (Francia). Fueron sus maestros
Valentín, Marius Jean Antonin y Auguste Rodín.
Se formó profesionalmente y visitó los mejores museos de Europa aprendiendo
y asimilando todo cuanto había de interés para su actividad escultorica. En 1920
retornó a Lima y fue nombrado Director de la Sección de Bellas Artes de
la Escuela Nacional de Artes y Oficios, donde había estudiado.
Ha creado obras de raiz historica para muchos pueblos
hermanos de América: En Caracas como en Bolivia; En Buenos Aires como en
México; hay testimonio de su obra escultórica.
Muy llorada fue su muerte (4 de junio de 1967) Los
parlamentarios piuranos pidieron para él las Palmas Magisteriales.
De Luis F. Agurto se ha escrito mucho de parte de personajes
de la talla de Carlos Robles Rázuri, Manuel Guaylupo Elías, Manuel Aldana Ruiz,
Genaro Martinez Silva, Mario Negro Zedog, Néstor S. Martos, Jorge Moscol
Urbina, etc.
El homenaje de todos nosotros, los huaqueños, debe ser
perenne y es nuestra obligación difundir la vida y obra de este insigne
huaqueño que cada vez que llegaba a Piura se acercaba a La Huaca para conversar
con viejos conocidos. En una de esas
visitas, el año 1959, trajo a obsequiar para su pueblo el busto del Almirante
don Miguel Grau donde está forjada en bronce la placa cuya frase empieza con “A
LA HUACA, DONDE NACÍ, DEDICO ESTA IMAGEN DEL GLORIOSO ALMIRANTE MIGUEL GRAU.
LUIS F. AGURTO O. 30 – 7 – 59”. Esta
expresión que nos llena de orgullo a todos los que hemos nacido en esta tierra
de la parcialidad del Cacique La Chira y regada por el gran Turicarami.
La Huaca, 7 de marzo del 2015.
[1] Courrier era un afamado estudio fotográfico de Lima.
MONUMENTO AL SOLDADO DESCONOCIDO
ESCULTURA EN EL CEMENTERIO "PRESBÍTERO MAESTRO"
A CARLOS AUGUSTO
SALAVARRY (CEMENTERIO "SAN JOSÉ" DE SULLANA)
MONUMENTO AL ALMIRANTE MIGUEL GRAU, EN EL OVALO DEL MISMO
NOMBRE (PIURA)
Gran maestro...falto incluir el monumento a Caceres que esta ubicado en la plaza del mismo nombre en Jesus Maria en Lima
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