martes, 27 de enero de 2015

"LA HUACA" Nº 29 - "SOBRE EL GRITO LIBERTARIO DE LA HUACA"

Por: Pablo Enrique Medina Sanginés.



LA HUACA Nº. 29 -
ÓRGANO                          CULTURAL                  INFORMATIVO
Nº 29                                    Mes    Enero                                  2015

SOBRE EL GRITO LIBERTARIO DE LA HUACA
            En el año 1981, el Coronel (PNP) muy preocupado por rescatar copia del Acta de la Independencia de La Huaca, tal como sucedió en Piura, Sechura, Querecotillo, Paita, Tumbes, etc., me encomendó que hiciera las averiguaciones en el Archivo Departamental de Piura.  Recibí este encargo muy gustoso y lleno de entusiasmo, pero al estar frente al tan ansiado Libro de Actas, me sorprendí al comprobar que a éste le faltaban algunas hojas, no pudiendo, por lo tanto, cumplir con ese encargo.
            Años después, en 1985, tuve la suerte de tener en mis manos el libro titulado “La Historia de la Independencia de Piura” del historiador piurano Juan Paz Velásquez, en el que, ante la comprobada desaparición de algunas hojas del referido Libro de Actas, el historiador razonaba en el sentido de que, “si tenemos en cuenta que la elección del cuerpo edil  (del Ayuntamiento de La Huaca) se hizo el 1º de abril de 1821 y el libro donde se sentó el acto jurídico eleccionario consta a fojas 27, es innegable que en La Huaca también en el mes de enero se proclamó la independencia tal como sucedió en Piura, Sechura, Tumbes, Querecotillo, Paita, etc.”
            En algunas de aquellas 26 hojas desaparecidas de aquel Libro de Actas, probablemente está la que corresponde al GRITO LIBERTARIO DE LA HUACA.  En base a este libro es imperativo ocuparse sobre la constitución del Ayuntamiento Patriótico de Santa Ana de La Huaca que nació como consecuencia de nuestro pronunciamiento independentista evacuado en Piura el 4 de enero de 1821 y que se juramentó antes de cumplir 3 meses (1º de abril) luego de producirse el cabildo abierto piurano que estableció nuestra libertad.
            Otros historiadores corroboran esta teoría que coloca al pueblo de La Huaca en un lugar de privilegio dentro de nuestra historia.

“OTRA VEZ LA MULA AL TRIGO”
            La desfachatez, el abuso, la petulancia, la frescura, el desparpajo, etc. de la Empresa “Caña Brava” llega a extremos pantagruélicos, pues a pesar de haber un acuerdo con la Municipalidad de La Huaca de no realizar la quema de caña cerca a la población, ella sigue en esa práctica que contamina todo. Este acuerdo se realizó en la Municipalidad de Paita entre las autoridades de La Huaca, de Viviate y demás pueblos, el Comité de Defensa de los intereses de La Huaca, los funcionarios de “Caña Brava”, y ésta se convino en que quemaría la caña en un área lejana a la carretera y que el próximo año (2013) se cambiaría la manera de procesar este vegetal sin emplear el sistema de quema de rastrojo. Sin embargo cada vez que se le antoja o es conveniente para sus intereses, aprovechando altas horas de la noche, o a la medianoche, empieza con sus contaminantes fogatas lo que trae una mañanera lluvia de pavesas que ensucia las calles del pueblo, y metiéndose a las casas y cuartos mancha la ropa, manteles y sábanas.
            A esta empresa nada le interesó haber sido la causante, mediante su humo, de un accidente en la bajada de Pucusulá que cobró la vida de 6 personas aquel fatídico 19 de noviembre del 2012.
            ¿Acaso quiere que le repitan las marchas de protesta que se hicieron en Viviate y la quema de una unidad motorizada?  ¿Cree, acaso, que porque hay una nueva autoridad municipal el acuerdo con el anterior Alcalde queda sin valor?
            La ciudanía en estos momentos masculla su inconformidad y su rabia y exige a esta Empresa el respeto que todos los huaqueños nos merecemos.
La Huaca, 27 de enero del 2015

"EL GRITO DE INDEPENDENCIA DE LA HUACA" CONCEPCIÓN DE PABLO ENRIQUE MEDINA HERRERA

EL PUEBLO DE LA HUACA TUVO MUCHO QUE VER EN LA CAUSA INDEPENDENTISTA CONFORME DA CUENTA LA AMPLIA DOCUMENTACIÓN SOBRE EL PARTICULAR


ANTES SE QUEMABA DE DÍA. ESO CAUSÓ UN ACCIDENTE EN PUCUSULÁ DONDE MURIERON 5 PERSONAS.

EL PUEBLO YA SE HA LEVANTADO EN AÑOS PASADOS

CON LAS PROTESTAS SE LOGRÓ UN ACUERDO CON LA MUNICIPALIDAD LOCAL, AUTORIDADES. HOY SE ESTÁ INCUMPLIENDO ESTE ACUERDO Y EN LAS MADRUGADAS SE CONTAMINA AL PUEBLO


ESTOS ACUERDOS SE IRRESPETAN

EN ESTE ACCIDENTE, A CAUSA DEL HUMO POR LA QUEMA DE CAÑA, MURIERON 5 PERSONAS (19 NOVIEMBRE 2012)



¿SE RESPETA ESTA DISPOSICIÓN?





miércoles, 21 de enero de 2015

LA HUACA DE ANTES : "EL CINE"

Por: Pablo Enrique Medina Sanginés.



EL CINE

A un pueblo que en la época del gamonalismo trabajaba desde las seis de la mañana hasta las seis de la tarde, el más humilde de los espectáculos le producía una honda alegría. Una de aquellas alegrías era la semanal llegada del cine que, cargado con sus rollos de 8 mm., ponía en movimiento a la población, especialmente cuando se proyectaban las “seriales” cuyos capítulos o episodios eran de los más emocionantes.

La fiesta empezaba desde la tarde con la llegada del pequeño motor que daría electricidad para alumbrar el “local del cine” y movería la máquina de proyección. Momentos después, la función se anunciaba mediante un cartel portátil que era paseado por las calles por una pareja de niños, labor que realizaban a cambio de la entrada para ver la función. Quienes no tenían esa oportunidad se las ingeniaban de diferentes formas para conseguir la entrada, como cargando agua o apañando algarroba para venderla y, en último de los casos, dejando sin huevos los gallineros para negociarlos.

Llegada la noche, la gente acudía por las calles oscuras rumbo al local del cine portando sus sillas y bancos, o bancas cuando era toda una familia la que asistía, mientras un parlante colocado sobre la puerta del local emitía música del momento. Se acostumbraba, a manera de propaganda, antes de la función, a pasar un corto de la película a exhibirse, lo que era gratuito y conocido como el “réclame”.

Los primeros en llegar y entrar eran los niños, quienes para entretenerse mientras se iniciaba la función, jugaban a la “empuñadita” causando gran alboroto. Otro entretenimiento de los niños y jóvenes era hacerse bromas muy peligrosas las que siempre terminaban con algún lesionado, como cuando a aquellos que por el cansancio se dormían durante la función, se les colocaba entre los dedos de los pies, pedazos de película que era de celuloide, material muy inflamable, al que prendían fuego con el consecuente resultado de dedos quemados del “durmiente” y la risotada de los “palomillas”. Por otro lado, muchos aprovechaban las funciones para vender cigarrillos, alfeñiques, gofios, pan con natillas, etc.

Cuando la luz se apagaba, toda la gente see quedaba en silencio y expectante, pues aquel apagón era señal de que la función iba a comenzar.

La película era pasada rollo por rollo, que por lo general eran tres, los que al ser colocados en el proyector obligaba a encender las bombillas o focos en cada cambio; y cuando por algún motivo se demoraba el reinicio de la proyección, una silbatina ensordecedora remecía el viejo local de adobes y calaminas, el mismo que estaba ubicado entre las calles Espinar y Leoncio Prado, en el hoy llamado Salón de Actos de la Municipalidad.

En las últimas décadas de mil ochocientos ese local formaba parte del antiguo mercado y era alquilado por el Municipio para diferentes funciones, como de marionetas, de prestidigitación, de acrobacia, de fantoches, etc., hasta que en 1922 se le alquiló a don Eleazar Bolaños para la proyección de películas, conociéndose desde aquella fecha como “Local del Cine”.

Se tienen noticias de proyección de películas en La Huaca, desde el año 1906, es decir, a sólo 9 años de haber llegado por primera vez el cine al Perú[1]. Se conoce también que en 1916 don Rodolfo Rossi “pasaba” películas en aquel local del mercado. En un principio estas películas eras “mudas”, por lo que se complementaba su proyección con la ayuda de un fonógrafo para darles una especie de fondo musical.

Por los años cincuentas fue habilitado el corralón de los Borasino (Calle Ferrocarril), hoy casa de los herederos de doña Carmela Miñán), para que las hermanas Alicia y Aurelia Bitton (“Las Bitton”) proyectaran películas. De igual forma, por los años setentas se proyectaban películas en la calle Grau, en el solar de Ana Berta y Alicia Vargas, hoy vivienda de Pedro Germán Vargas Castillo. En Viviate también se proyectaban peliculas a cargo de Juan Francisco ("Juan Pancho") Coronado Centurión, y en el caserío de Miraflores don Juan Távara instaló en su domicilio una sala de proyección de películas.

En la actualidad, con el avance científico, con la presencia de aparatos de video, etc., los espectáculos de cine están siendo desplazados y olvidados y sólo quedan los recuerdos de esos bonitos momentos y de nombres de personas, de empresas o compañías que a través de la vida de La Huaca nos brindaron la magia del cine, como don Eleazar Bolaños, don Ricardo Palma (1929), doña Virginia Garrido (1931), don José Cobeñas (1932), don Guillermo Vargas (1940), la Cía. Wand (1947), don Manuel Teodoro Vargas (1951), Cine “Excelsior” (1952), don José Laca (1954), la Cía. “La Popular” (1956), la Cía. “Progreso” (1957), don Luis Morales (1957), la Empresa “Nor Peruana” de Antonio Rodó Baso (1957), el Cine “Olaria” 1957), don Isidro Curay Vilela (1963), el cine “Olimpia” (1973), don Fidel Barahona (1974), el cine “Del Valle” (1980)

También se guardan gratos recuerdos de grandes películas que causaron el deleite de los huaqueños y con las que se marcó el auge del cine mexicano protagonizadas por Pedro Infante, Tito Junco, Agustín Lara, María Félix, “Tony” y Luis Aguilar. De igual forma películas de John Wayne, como “La Diligencia”, “Fuerte Apache”, “Centauros del Desierto”, etc.; películas de “Chaplin”, “Cantinflas”, “Clavillazo”, “Tin Tan”, “Resortes”; inolvidables películas con “Tarzán” (Johnny Weissmuller), “El Zorro”; y las famosas “seriales”, como “La Diosa Blanca”, “El Pirata Fantasma”, “La Máscara de Hierro”, “Samuray”, “El Misterio de Fu Man Chu”, “Las Calaveras del Terror”, “La Vuelta del Zorro”, “El Imperio Submarino” y muchas más que alegraron y divirtieron a los huaqueños y que fueron materia de diarios comentarios entre los adultos y de juegos por parte de los niños, quienes trataban de imitar a sus héroes.


[1] El primer cinematógrafo animado que se conoció en el Perú, se estrenó el -2 de enero de 1897, en el “Jardín Estrasburgo”, en Lima, traído por los señores Alexander y Vifquain.

DEMOLICIÓN DEL ANTIGUO "LOCAL DEL CINE" - AÑO 1985

ANTIGUAS MÁQUINAS PARA PROYECTAR PELÍCULAS

CARTEL ANUNCIANDO LA PELÍCULA "EL PIBE", CON CHAPLIN (Película "muda")

OTRO CARTEL

MÁS CARTELES




EL GRAN "CANTINFLAS"














jueves, 15 de enero de 2015

NADA CUESTA SOÑAR (Cuento)

Por: Pablo Enrique Medina Sanginés.


NOTA: Publico este cuento para que sea utilizado por los alumnos a quienes sus profesores se lo han dejado como trabajo (comprensión lectora) para este periodo vacacional.  Aprovecho la oportunidad para agradecer a los docentes  por haber tomado en cuenta este mi cuento.

-       Ilustración con imágenes de Google.


El cuento “Nada cuesta soñar”, con el seudónimo “Leñador”, obtuvo el 2do. Puesto en el XIV Concurso de Cuentos y Leyendas (Año 2003) convocado por Radio Cutivalú – Piura.



NADA CUESTA SOÑAR

“Pensar que es fácil terminar con la corrupción es estar loco, pero hay que acabarla para que los pueblos progresen”.
Federico Juan Ayón Talledo.


Pese a los innumerables motivos para estar triste, como la desocupación, el hambre, la violencia y, sobre todo, la inmoralidad, los habitantes del pueblo de San Miguel ponían de manifestó su alegría y emoción y cumplían fielmente con la celebración de las fiestas de todos sus santos y vírgenes, sacando a relucir en ellas sus ancestrales costumbres.

En una de esas fiestas religiosas, cuando la gente gozaba de la retreta que viene luego de las vísperas y esperaba la hora de la quema del castillo y los fuegos artificiales, incursionó en la plaza de armas un loco conocido como “Chicharras”, quien empezó a atajar a los paseantes y a voz en cuello les quería obligar a caminar en una sola dirección.  La gente alborotada y temerosa se dispersaba velozmente, llegando las autoridades a solicitar a la policía su intervención para desistir a “Chicharras” de su empeño, lo que se logró encerrándolo por esa noche en un calabozo.

A la fiesta siguiente, por la misma actitud, el loco “Chicharras” nuevamente visitó las malolientes y pulgosas celdas de la cárcel del pueblo, pero aquello no lo hizo amedrentarse sino que, al contrario, su obsesión se hizo más fuerte, teniendo una tercera intervención cuando se celebraba por todo lo alto la fiesta patronal y la concurrencia era masiva en la plaza.

En la retreta de aquella ocasión paseaban en la plaza los pobladores y todas las autoridades, quienes para la ocasión habían programado un homenaje al santo patrón de la ciudad.  Cuando se probaba el equipo de amplificación que sería utilizado por las autoridades para sus discursos y peroratas de homenaje, “Chicharras” se filtró hasta ahí y tomando el micrófono hizo sentir su voz, la que llenó el espacio llamando la atención de la concurrencia que sorprendida escuchaba de labios del loco palabras llenas de cordura y coherencia.

-¡Queridos hermanos…, amigos del alma!  Me he permitido usar este aparato para pedirle un favor.  Por piedad no me lo quiten, escúchenme todos.  Varias veces he intentado que me oigan y que hagan algo por lo que se me dicta desde muy dentro de mí-
Nadie osó quitarle el micrófono, todos habían quedado paralizados por la sorpresa, y lo dejaron continuar.

¡Quiero pedirles, hermanos, que me obedezcan, que por lo menos den el gusto a este pobre hombre que les habla, y que todos paseen y caminen en una sola dirección.  Hago esta invocación como un homenaje al santo patrón que hoy veneramos.  Denme ese gusto y se los agradeceré eternamente-  Y levantado el brazo derecho y señalando el norte con el índice agregó:

-¡Caminen hacia allá!

Después de despejado el asombro vino el cuchicheo entre los asistentes, y todos, incluyendo las autoridades, empezaron a marchar sobre la enorme plaza en la dirección que había indicado el loco, mientras éste, al ver que todos le obedecían, una amplia sonrisa se le dibujó en el rostro y se quedó ahí, en el centro de la plaza, contemplando complacido su triunfo.

A los pocos minutos, cuando los hombres, mujeres y niños habían dado unas cuantas vueltas y se disponían a dispersarse creyendo que habían complacido al loco, o que habían cumplido con “seguirle la corriente”, todos sintieron que el piso de la plaza giraba en sentido contrario al que marchaban.  Todos experimentaron una especie de vértigo y el giro de la plaza se hacía más rápido.  Todo se hizo silencio y las luces se apagaron.  Sólo la luna bañaba con su luz plateada los cuerpos de los paseantes que optaron por abrazarse fuertemente y sentarse buscando protegerse.

Luego de un rato, que fue toda una eternidad, la plaza dejó de girar, volvió la luz y todos quedaron sin saber qué hacer, atinando sólo a buscar con la mirada al loco, pero éste había desaparecido del centro de la plaza.

Pasado este fantástico evento su pudo percibir en los concurrentes una gran tranquilidad, como si nada hubiese pasado.  Todos gozaron luego de los actos celebrantes programados para esa noche como parte de la fiesta patronal.  La gente parecía más alegre, y así lo demostró bailando al compás de la banda de músicos y divirtiéndose en la quema del castillo, el juego de la “vaca loca”, el lanzamiento de globos y fuegos artificiales.  Terminado todo, cada uno de los asistentes se dirigió a sus casas con una extraña sensación de alivio y de paz interior.

Lo extraño de este caso fue que en los días que siguieron, nadie comentó al respecto, parecía que nada había sucedido, pero las conductas de las personas dieron un cambio espectacular.  La gente se volvió más solidaria, más sincera, presta a servir desinteresadamente.  Las autoridades cambiaron también en su actuación haciéndose más asequibles, dejando de gobernar sólo para sus partidos y empezaron a organizar al pueblo y trabajar honestamente con él.  Muchas personas de probada conducta torcida, aquella noche se transformaron en gente buena y correcta.  Las autoridades que veían la corrupción cotidianamente campeando alrededor y que la habían tomado y aceptado como un hecho común y para su propio beneficio, la empezaron a despreciar, y todo ese caudal de coimas, componendas, sobrevaluaciones, sobornos, arbitrariedades y mil desordenes, quedó atrofiado ante el surgimiento de mentes honestas e inteligentes que día a día iban dando valor a esta nueva forma de vivir y de gobernar.

El resultado de aquel fenómeno se vio con mayor claridad muchos años después, cuando todos los pueblos piuranos, como envueltos y bañados por una ola de honestidad contagiosa, empezaron a imitar el comportamiento de las autoridades y ciudadanos “sanmiguelinos”, constituyéndose por entero en la región mejor organizada y llena de prosperidad y grandeza.  En ella se dio por respetar la autonomía de todos los pueblos y se gobernó recién con verdadera democracia porque se empezó a sentir que el gobierno era del pueblo y para el pueblo.  La conciencia de los hombres se hizo sabia y cada elección para designar al Presidente Regional, Alcalde o Gobernador, era una clara demostración de sabiduría porque se elegía libremente al mejor vecino, al que cada uno de los electores lo sometía a una seria evaluación que lo convenciera que era la mejor opción y que garantizara el adelanto de sus distritos o provincias.  Lejos quedó el voto por consigna, los partidos políticos se olvidaron de sus pre electoreras campañas llenas de insultos y falsas promesas, intrigas y calumnias, reemplazándolas por la presentación de proyectos y programas realizables, ahogando a la demagogia y la mentira.  Las justas electorales jamás fueron motivo de división entre paisanos porque el candidato ganador llamaba a todos sus “rivales” para usar de sus programas todo lo rescatable posible.  

Borrada quedó la costumbre de pintar las paredes con propagandas electorales que tanto dañaban y afeaban al pueblo.  Así, la gente se fue haciendo feliz y sentía que no era engañada, estafada, burlada o robada, mientras que las autoridades fueron ganándose el respeto y la consideración de todo el pueblo, el que confiaba plenamente en su labor y respaldaba sus decisiones.  Se empezó a practicar el honor, pues se dieron casos en que, cuando la autoridad creía no estar cumpliendo con la misión encomendada por el soberano pueblo, ponía a disposición su cargo y se retiraba a colaborar en su papel de simple ciudadano.

La región piurana se convirtió en el modelo de las otras que fueron surgiendo con el transcurrir del tiempo.  Se supo aprovechar adecuadamente sus recursos y se subsanaron conflictos que algún día surgieron entre los sectores de producción, movidos por intereses políticos y de grupo que frenaban el desarrollo de la región.  Con ello, los puestos de trabajo se multiplicaron y cada familia empezó a generar su bienestar económico, desapareciendo las entidades de ayuda social, pues el desempleo y las necesidades fueron mermando hasta liquidarse.  La producción minera, pesquera, agrícola y ganadera supo colocar en los mercados sus productos generando divisas, las que se transformaron en obras para los pueblos, como escuela, viviendas, puestos asistenciales de salud, carreteras, servicio de luz, agua y desagüe, puentes, caminos, etc.  Se optó por hacer algunas privatizaciones para poder financiar los presupuestos regionales, pero las autoridades, para tomar tales decisiones, fueron consecuentes con el futuro de la región y pusieron una dosis de consenso.

Los pueblos piuranos supieron, sí, guardar su propia identidad porque se enseñó a amar al pueblo donde se nace.  En las escuelas y colegios, aparte de la historia general del Perú y de la región, se dio inicio a la enseñanza de una historia local que era de carácter obligatorio, con lo que se enriqueció la historia de la patria y se elevó el sentimiento de amor al terruño.

Las autoridades se convencieron que la educación y cultura eran las bases para el progreso de los pueblos, por lo que dirigieron su acción a estos campos mejorando la situación de los educadores que se convirtieron en los responsables del cambio progresivo de la juventud.  Se crearon organismos que rescataba a los jóvenes talentosos y les proporcionaban becas de estudio convirtiéndolos en excelentes profesionales que hacían quedar muy bien a la patria.  Se apoyó al arte, el nacimiento de artistas, en todas las ramas, fue abundante.

Y al volver, después de muchos años, la mirada al pueblo de San Miguel, lugar desde donde quiméricamente partió la transformación de toda la región, se le observa a éste completamente cambiado.  Los últimos adelantos tecnológicos lo han invadido, el orden y control que en él se ven invitan a quienes los visitan, a quedarse a gozar de sus comodidades y aprovechar las oportunidades que ahí se presentan.  Todo es nuevo, sólo se han conservado los monumentos históricos y la inmensa plaza en cuyo centro luce imponente la estatua del Héroe de Angamos cuya mirada se pierde en el horizonte como oteando al enemigo para repetir aquella inmensa e inolvidable lección de valor en defensa de la patria.

En aquella plaza, tarde a tarde, se reúne mucha gente para departir y conversar de diferentes temas y recordar tiempos difíciles, llamando la atención la presencia de un personaje entrado en años, elegantemente vestido, que acude a ella diariamente, periódico en mano, para enterarse de las últimas noticias.  Todos lo saludan con respeto.  Los más viejos comentan que estuvo perdido de la razón y que, en ese estado, una noche de fiesta y de fábula, hizo caminar hacía un mismo rumbo a la gente en esa misma plaza, para luego desaparecer de la ciudad, volviendo después de un largo tiempo, completamente sano.

Pese a los innumerables motivos para estar triste, como la desocupación, el hambre, la violencia y, sobre todo, la inmoralidad, los habitantes del pueblo de San Miguel ponían de manifestó su alegría y emoción y cumplían fielmente con la celebración de las fiestas de todos sus santos y vírgenes…


En una de esas fiestas religiosas, cuando la gente gozaba de la retreta que viene luego de las vísperas y esperaba la hora de la quema del castillo y los fuegos artificiales, incursionó en la plaza de armas un loco conocido como “Chicharras”, quien empezó a atajar a los paseantes y a voz en cuello les quería obligar a caminar en una sola dirección.


El "Loco Chicharras"


A la fiesta siguiente, por la misma actitud, el loco “Chicharras” nuevamente visitó las malolientes y pulgosas celdas de la cárcel del pueblo, pero aquello no lo hizo amedrentarse sino que, al contrario, su obsesión se hizo más fuerte, teniendo una tercera intervención cuando se celebraba por todo lo alto la fiesta patronal y la concurrencia era masiva en la plaza…

Después de despejado el asombro vino el cuchicheo entre los asistentes, y todos, incluyendo las autoridades, empezaron a marchar sobre la enorme plaza en la dirección que había indicado el loco, mientras éste, al ver que todos le obedecían, una amplia sonrisa se le dibujó en el rostro y se quedó ahí, en el centro de la plaza, contemplando complacido su triunfo.


Quedó el voto por consigna, los partidos políticos se olvidaron de sus pre electoreras campañas llenando las paredes con insultos y falsas promesas, intrigas y calumnias, reemplazándolas por la presentación de proyectos y programas realizables, ahogando a la demagogia y la mentira.

(Ya nadie gastaba en pancartas ni fotos del candidato)

El pueblo cambió. Fue saliendo de la pobreza. La región piurana se convirtió en el modelo de las otras que fueron surgiendo con el transcurrir del tiempo. Se supo aprovechar adecuadamente sus recursos y se subsanaron conflictos que algún día surgieron entre los sectores de producción, movidos por intereses políticos y de grupo que frenaban el desarrollo de la región. Con ello, los puestos de trabajo se multiplicaron y cada familia empezó a generar su bienestar económico.

La producción minera, pesquera, agrícola y ganadera supo colocar en los mercados sus productos generando divisas, las que se transformaron en obras para los pueblos, como escuela, viviendas, puestos asistenciales de salud, carreteras, servicio de luz, agua y desagüe, puentes, caminos, etc.

…Después de algunos años, en aquella plaza, tarde a tarde, se reúne mucha gente para departir y conversar de diferentes temas y recordar tiempos difíciles, llamando la atención la presencia de un personaje entrado en años, elegantemente vestido, que acude a ella diariamente, periódico en mano, para enterarse de las últimas noticias. Todos lo saludan con respeto. Los más viejos comentan que estuvo perdido de la razón y que, en ese estado, una noche de fiesta y de fábula, hizo caminar hacía un mismo rumbo a la gente en esa misma plaza, para luego desaparecer de la ciudad, volviendo después de un largo tiempo, completamente sano. (Él había sido el “Loco chicharras”)












domingo, 11 de enero de 2015

LA NOCHE NEGRA DEL 12 DE ENERO DE 1886

Por: Pablo Enrique Medina Sanginés.


CAPILLA ERIGIDA PARA RENDIR HOMENAJE A LOS CAÍDOS EN EL ACCIDENTE OCURRIDO EL 12 DE ENERO DE 1886


LA NOCHE NEGRA DEL 12 DE ENERO DE 1886

Anochecía en el pueblo de La Huaca, pueblo tranquilo y silencioso, cuando un fuerte ruido alarmó a los vecinos quienes salieron a las calles para averiguar sobre el origen del estruendo.  Era el 12 de enero de 1886. Algunos campesinos que recién a esas horas de la noche salían de sus chacras fueron testigos del descarrilamiento de un tren motivado por un toro que, cansado, se había quedado echado en medio de los rieles, justo en el límite de las haciendas ·”La Chira” y “Valdivia”.

            Algunos se bajaron de sus acémilas para auxiliar a los accidentados, y otros corrieron al pueblo en busca de las autoridades y de ayuda.  La gente al enterarse de esto, se encaminó hacia el lugar del accidente y en medio de la oscuridad  pudo distinguir un escenario de dolor y de sangre.  Minutos después los vecinos de Viviate también llegaron al sitio de la catástrofe.

            El tren que se desplazaba de Paita a Sullana portaba un gran número de soldados y oficiales.  La gente de La Huaca que vivía a 2 kilómetros del lugar del accidente llevó linternas y lámparas de gasolina, pudiéndose ver la magnitud del desastre: 4 oficiales y 18 individuos de tropa muertos; y gimiendo de dolor 46 soldados heridos de gravedad.

            Siempre ha existido la duda sobre la procedencia de estas tropas, llegándose, inclusive a pensar que estas tropas luchaban contra los chilenos, lo que se ha descartado ya que con el Tratado de Ancón (20 de octubre de 1883) se puso fin a la guerra con Chile.  En realidad aquellas tropas eran consecuencia de las luchas internas entre el revolucionario General Andrés Avelino Cáceres y el Gobierno constituido del General Iglesias.

            En esta tragedia el pueblo de La Huaca dio muestras de colaboración y de civismo, pues el Alcalde de aquel entonces don Manuel Otero prestó lo máximo de ayuda, como la contratación de 2 individuos para que fueran a dejar los bagajes a la ciudad  de Sullana, gastos por velación de cadáveres, compra de algarroba para la caballería.

Los aguadores del pueblo tuvieron un rol importante ayudando al ejército, pues se encargaron de lavar a los muertos, llevar hasta Piura a las bestias de la artillería y otros equipos.  Estos huaqueños (o lahuaqueños) fueron don Mercedes Arica, Manuel Nima, Antonio Morán (mi bisabuelo materno) y don Jesús Morán. 

            La actitud que el pueblo de La Huaca tomó ante este acontecimiento originó que en el diario limeño “Opinión Nacional”, edición Nº 3716 se destacara el “homenaje de justicia y de verdad a favor de los vecinos de La Huaca, con respecto al buen comportamiento en el siniestro del 12 de enero de 1886 en Valdivia”, publicación aparecida en marzo de 1886.

Este accidente se produjo en el lugar donde actualmente hay una capilla, lado izquierdo de la carretera Sullana – Paita.  Hasta hace muy poco se le conocía como “Las Ánimas Descarriladas”.  Hoy se le conoce como la Capilla de “Las Ánimas del Descarrilamiento”.  Esta capilla fue construida hace mucho tiempo para rendir homenaje a los que perdieron la vida en esa tragedia; y desde aquel momento el lugar se convirtió en una especie de santuario donde los lugareños, tanto de Viviate como de La Huaca, acuden en romería, especialmente los días lunes; y los choferes que cubren la ruta Paita – Sullana – Paita, hacen un alto ahí para dejar un ramo de flores o un paquete de velas en agradecimiento por algún milagro concedido.  También es paradero obligatorio de la gente de Nomara o de Viviate que acompaña a los sepelios que son realizados en La Huaca.

Hoy que se está a punto de cumplir 129 años de este episodio, pensemos que además del toque religioso que le hemos dado a esta capilla, se merece que tenga un valor historico, pues este hecho es parte de nuestra historia.  Pero, lejos de ello la Empresa Cañera “Agricola del Chira” ha usurpado terrenos que en 1992, durante la gestión Municipal del Prof. Pedro Alejandro Vargas Ramos se acordó cederle un área de terreno para ampliación de la referida capilla.

Seguramente que en este aniversario, tal como se hace todos los años, habrá algún acto litúrgico y romería con lo que se mantiene viva una tradición, un homenaje y el respeto a estos soldados de la patria que algún día alguien rescatará sus nombres para perennizarlos en una losa u obelisco como homenaje póstumo.  Junto a don Pedro Sarango Ojeda, he realizado tales averiguaciones pero que todavía no han tenido el logro que esperamos tenga dentro de poco.

                                                        La Huaca, 11 de enero del 2015.

Este tipo de tren ("La Máquina") era utilizado para unir a Sullana con el puerto de Paita



LOS SOLDADOS QUE IBAN EN EL TREN AQUEL 12 DE ENERO DE 1886 NO ESTABAN LUCHANDO CON LOS CHILENOS SINO PARTICIPABAN EN LOS ENFRENTAMIENTOS ENTRE ANDRÉS AVELINO CÁCERES Y MIGUEL IGLESIAS


CAPILLA ERIGIDA PARA RENDIR HOMENAJE A LOS CAÍDOS EN EL ACCIDENTE OCURRIDO EL 12 DE ENERO DE 1886

miércoles, 7 de enero de 2015

LA GESTIÓN MUNICIPAL DE LA HUACA 2015 – 2018 ENTRÓ EN FUNCIÓN

Por: Pablo Enrique Medina Sanginés.

De izquierda a derecha: Luciano Trelles Flores, Pedro Nolasco Navarro García, Cecilia Mercedes Ayón Castillo, José Gabriel Peña Talledo (Alcalde) Dorsi Otero Chiroque y Abel Fernando Adrianzén Ramos


LA GESTIÓN MUNICIPAL DE LA HUACA 2015 – 2018 ENTRÓ EN FUNCIÓN

           Con el acto de Juramentación del Alcalde y Regidores del Concejo Distrital de La Huaca, realizado el día 2 de los corrientes en la Plaza de Armas del lugar, la nueva gestión edil entró en funcionamiento y terminará el año 2018.
                Se han formado las comisiones para el presente año, quedando establecidos los cuadros siguientes:

1.- COMISIÓN DE DESARROLLO ECONÓMICO
1.- Dorsi Otero Chiroque.
2.- Luciano Trelles Flores.
3.- Cecilia Mercedes Ayón Castillo.

2.- COMISIÓN DE SEGURIDAD CIUDADANA
1.- Abel Fernando Adrianzén Ramos.
2.- Luciano Trelles Flores.
3.- Pedro Nolasco Navarro García.

3.- COMISIÓN DE OBRAS Y ACONDICIONAMIENTO RURAL
1.- Cecilia Mercedes Ayón Castillo.
2.- Dorsi Otero Chiroque.
3.- Pedro Nolasco Navarro García.

4.- COMISIÓN DE SALUD Y SANEAMIENTO BÁSICO
1.- Luciano Trelles Flores.
2.- Dorsi Otero Chiroque.
3.- Abel Fernando Adrianzén Ramos.

5.- COMISIÓN DE EDUCACIÓN CULTURA, DEPORTE Y TURISMO
1.- Pedro Nolasco Navarro García.
2.- Abel Fernando Adrianzén Ramos.
3.- Cecilia Mercedes Ayón Castillo.


La Huaca, 7 de enero del 2015.

De izquierda a derecha: Luciano Trelles Flores, Pedro Nolasco Navarro García, Cecilia Mercedes Ayón Castillo, José Gabriel Peña Talledo (Alcalde) Dorsi Otero Chiroque y Abel Fernando Adrianzén Ramos