EL CUENTO DEL MES : "LA IRA DE LOS ESPÍRITUS"

 

LA IRA DE LOS ESPÍRITUS

(Ilustración : Imágenes de Google)  -   Dedico este cuento a mi abuela doña María Asunción Ugarte Talledo, aquella anciana que, después de muchos años, llegó a La Huaca y me dijo que llegaba a morir, dándome una fecha para ello.  Su muerte se produjo en la fecha que había pronosticado. Según cuenta la gente de mi pueblo, ella practicaba el espiritismo. 

            Pum…,pum…, pum…, el golpe de una puerta retumbó por las oscuras y tranquilas callesdel pueblo, alborotando a los perros que, agitados y bravos, respondieron con sus ladridos.
            Doña Demetria Mauricio, la panadera, que a esas horas preparaba el horno para producir el mañanero pan, se quedó quieta al darse cuenta que era a su puerta a la que tocaban tan desesperadamente.
            Y nuevamente el pum…, pum…, pum…, seguido por una voz angustiada de…   ¡Comadre…, ábrame comadre que me quieren matar!
            Pum…,pum…, pum…,¡Comadre…, comadre…, me quieren matar!  ¡Por favor… comadrita… ábrame!
            Doña Demetria reconoció la voz de su comadre Rosa Emilia, y quitándole la tranca ala puerta, la dejó entrar.  Empujada por la fuerza de la desesperación y del miedo, doña Rosa Emilia irrumpió en la sala y se abrazó a su comadre, quien trataba de calmarla a la vez que le preguntaba sobre quiénes y por qué  querían matarla.  Como parecía que estas preguntas la exaltaban aún más, como pudo, la llevó hasta su cama y dándole a beber unos tragos de agua fresca trató de calmarla.
            La mirada fija, el temblor de su cuerpo y el copioso sudor de Rosa Emilia asustaron a doña Demetria que, preocupada porque su comadre no cesaba de repetir que la querían matar, se vio obligada a pedir ayuda a los vecinos.  Entre todos lograron que se calmara, pero no pudieron evitar que dejara de repetir aquella letanía de “¡me quieren matar…,me quieren matar, comadrita, me quieren matar!”
            En ese delirante estado pasó la mujer más de veinticuatro horas.  Con el susto y preocupación nadie reparó en que Melania, la hija de Rosa Emilia, que vivía con ella, no había acudido en busca de su madre, lo que extrañó a los vecinos, motivando que de inmediato se encaminaran a casa de ésta, la que quedaba a poca distancia de la panadería.  Encontraron la casa con las puertas abiertas de par en par, y en el centro de un cuarto, extrañamente adornado con cortinas negras, se hallaba Melania tirada sobre el suelo, con la mirada perdida, completamente deshidratada, con una palidez cadavérica y ni siquiera se movió cuando entró la comitiva. Los sirios sobre el piso se habían consumido y un olor fuerte a murciélagos llenaba el ambiente.  La frialdad de su cuerpo hizo temer lo peor a los presente, pero alguien que acercó el oído al pecho de la inerte mujer exclamó que estaba viva.
            Este hecho causó alboroto en toda la población y sobre él se tejieron los más variados e increíbles comentarios.
            Al no poder arrancarle ninguna explicación a doña Rosa Emilia ni a Melania, y dado que el estado de salud de la primera se agravaba, doña Demetria se vio en la obligación de telegrafiar a los familiares de éstas para comunicarles lo sucedido, quienes respondieron con su inmediata presencia en el pueblo y al verlas en tal estado dispusieron trasladarlas en forma urgente a Trujillo, lugar donde residían.
            Luego de esto, no se tuvieron noticias de ellas.  Sólo circulaban las creadas por la gente dellugar.  Unos decían que el mal deaquellas mujeres era irreversible y que por eso habían sido internadas en un manicomio; otros, aseguraban que habíanmuerto.
            ¿Qué fue lo que les sucedió a aquellas mujeres esa noche? era la pregunta que se hacían todos en el pueblo, pregunta que se fue respondiendo poco a poco por medio de quienes ahí se encontraban aquella noche pero que el miedo las hizo huir, y que con el paso del tiempo su indiscreción fue poniendo al descubierto la realidad de los hechos.
            Aquella noche, doña Rosa Emilia, Melania, don Arturo Campos y doña Josefina Sosa, "amante”de éste, y cuatro personas más, se habían reunido en aquel cuarto de cortinas negras y de tétrico aspecto, y tomados de la mano, alrededor de una encolada mesa, se pusieron en trance como acto previo a una sesión de espiritismo.  Doña Rosa Emilia, a pedido de la pareja visitante, invocaba a los espíritus de determinados muertos mientras que Melania, lápiz en mano, dejaba registrados sobre un blanco papel los trazos que su mano producían guiadas por extrañas fuerzas del más allá.
            Don Arturo, al abrirse la sesión, había invocado al espíritu de su hermano Arnulfo, muerto hacía poco tiempo, para preguntarle sobre cómo se presentaría la vida política en el país.  La mano de Melania, guiada desde el más allá,con la propia letra del muerto, contestaba que el Presidente del Perú, Luis M. Sánchez Cerro sería asesinado, cerrando la nota, con rasgos temblorosos en los que se podía leer el deseo del muerto para que lo dejaran en paz y no le preguntaran más.
            Cuando le tocó el turno a Josefina y al preguntar a los espíritus sobre cómo sería el año en la agricultura,  la negativa fue evidente: la mano de Melania sólo trazaba garabatos.  Se recurrió, entonces, a invocar a otro espíritu y la respuesta quedó grabada sobre el papel con un sinnúmero de insolencias, maldiciones y extraños símbolos.
           Queriendo complacer la inquietud de la mujer, doña Rosa Emilia hizo una tercera invocación, pero parecía que aquella noche los espíritus se habían sublevado porque la mano de Melania delineaba sobre el papel dibujos obscenos, negándose a responder lo que con insistencia e interés se le preguntaba.  Como no se le ponía fin a esta sesión a pesar de los inconvenientes y negativas, llegó el momento en que todos vieron levantarse por los aires, sillas, mesas, floreros, adornos y cuanto objeto había cerca, mientras que Melania, que hacía de médium, caía al suelo víctima de fuertes convulsiones, siendo auxiliada por los sorprendidos Arturo y Josefina.
            Cuando parecía que las convulsiones terminaban en elcuerpo de Melania, está se levantó del suelo, se puso rígida y de sus labiosllenos de espuma empezaron a escucharse diversidad de voces, tanto de hombres como de mujeres, pero todas cargadas de insultos y maldiciones, lo que hizo huir a Arturo y Josefina por las calles oscuras que a esa hora presentaba el pueblo de La Huaca.
            Al quedar doña Rosa Emilia sola con su hija, vio que esta se desdoblaba en varias figuras fantasmagóricas y con gestos y ademanes amenazantes se le abalanzaban diciéndole que iban a matarla para que las dejara en paz.
            Fue en esas circunstancias que optó por huir y, como una loca, llegar hasta la casa de su comadre Demetria, la panadera, de donde fue sacada junto a su hija por sus familiares para, conforme se ha relatado, ser llevadas a Trujillo.
            Los años han ido generando mil leyendas sobre este caso.  La casa donde vivieron las dos extrañas mujeres hasta hoy permanece cerrada y a merced de la acción destructora del tiempo.  La única familia que se atrevió a vivir en ella, a pesar de las advertencias, fue la de un policía destacado a este pueblo, la que tuvo que abandonarla cuando una noche empezaron a volar por los aires los muebles y a romperse inexplicablemente espejos, lámparas y platos, mientras que un viento frío hacía sonar los techos y las quinchas como queriendo expulsar a los intrusos, hecho que ha servido para hacer creer a los pobladores que todavía viven ahí los espíritus de los muertos que por tanto tiempo fueran invocados por doña Rosa Emilia, actividad por la que recibía un pago.
            Hoy en día, la casa amenaza con caerse y quién sabe si con su caída los espíritus que ahí moran se irán  para siempre, mientras que muchas personas, de anteriores generaciones, al pasar porahí, recuerdan que alguna vez fueron a esa casa en busca de alguna respuesta del más allá, teniendo, por lo tanto, una historia que contar.




La Huaca, 4 de abril del 2015.

2 Amante

Pum…, pum…, pum…, el golpe de una puerta retumbó por las oscuras y tranquilas calles del pueblo,...Ddoña Rosa Emilia irrumpió en la sala y se abrazó a su comadre, quien trataba de calmarla...Aquella noche, doña Rosa Emilia, Melania, don Arturo Campos y doña Josefina Sosa, “querida ” de éste, y cuatro personas más, se habían reunido en aquel cuarto de cortinas negras y de tétrico aspecto,......la propia letra del muerto, contestaba que el Presidente del Perú, Luis M. Sánchez Cerro sería asesinado,...Se recurrió, entonces, a invocar a otro espíritu y la respuesta quedó grabada sobre el papel con un sinnúmero de insolencias, maldiciones y extraños símbolos....aquella noche los espíritus se habían sublevado porque la mano de Melania delineaba sobre el papel dibujos obscenos, negándose a responder lo que con insistencia e interés se le preguntaba....vio que esta se desdoblaba en varias figuras fantasmagóricas y con gestos y ademanes amenazantes se le abalanzaban diciéndole que iban a matarla para que las dejara en paz.La casa donde vivieron las dos extrañas mujeres hasta hoy permanece cerrada y a merced de la acción destructora del tiempo. 

Hoy en día, la casa amenaza con caerse y quién sabe si con su caída los espíritus que ahí moran se irán para siempre,...