viernes, 10 de julio de 2015

ECOS DEL ANIVERSARIO 190

    Mi agradecimiento al Prof. Pablo Enrique Medina Herrera por el acopio de fotografía que ilustran este artículo.
ECOS DEL ANIVERSARIO 190
                Yo tenía la seguridad de que, luego de los festejos por los 190 años de Creación del distrito de La Huaca, las redes sociales que mucho utiliza la gente de La Huaca, iban a estar inundadas de fotografías, videos y otros, que reflejaran lo vivido en esta efemérides. No ha sido así, solamente se han visto las imágenes publicadas por la Comisión de Cultura de la Municipalidad del distrito.
                Todo ello ratifica la sintomatía de un gravisimo mal que desde hace mucho tiempo viene padeciendo el distrito, y que consiste en el rencor que queda luego de un proceso electoral, rencor que dura hasta que el nuevo gobierno local esta finalizando, para luego renacer, como el ave fénix, en el siguiente proceso; y así sucesivamente por toda una eternidad.
                Querido ciudadano de este distrito que está a punto de cumplir un bicentenario: Ya es tiempo de que las cosas cambien. La Huaca no quiere un pueblo dividido, no quiere hijos llenos de resentimientos porque con esta clase de actitudes el pueblo avanzará muy lentamente.
                Es aceptable que hayan críticas a los gobiernos, a las autoridades o a los funcionarios, pero que estas sean con fundamentos. Al ciudadano le asiste el derecho de fiscalizar la labor de sus autoridades, pero que sea participando en la vida vecinal asistiendo a las actos inherentes al gobierno local donde se va a tratar sobre los intereses comunales, pues no se puede protestar airadamente sobre las decisiones que salen, por ejemplo, de los presupuestos participativos, cuando no asistimos a estos actos, pues en ellos se nos da la oportunidad de luchar por lo que queremos para nuestro pueblo.
                Con mucha pena me he dado cuenta que aun hay resentimientos, resentimientos que deben revertirse y transformarse en fuerza motora y dinámica; y esto se logra acercándose a la Municipalidad, o a cualquier otra autoridad,  para ponerse al servicio de los intereses del pueblo llevando ideas y discutiéndolas con altura.
                Ciudadanos y ciudadanas de mi pueblo, consideren el lema que ha tomado la nueva gestión municipal como estandarte: “Gobierno Municipal para Todos… Sin Odio ni Rencores”. Tratemos de comprobar la funcionalidad de este lema, pues es de suponer que esta frase encierra el compromiso de un diálogo sin exclusiones. Claro que, dada la idiosincrasia de mi pueblo,este es un lema difícil de cumplir, porque si bien es cierto que el nuevo alcalde y sus flamantes regidores quieren hacerlo cumplir de todo corazón, observo que son sus partidarios los que tienen enraízado ese resentimiento.  Es aquí donde el nuevo Cuerpo Edil debe demostrar su liderazgo conduciendo a su gente por el sendero de la reconciliación.
                Este artículo surge en vista de que mucha gente que vive fuera del distrito me está solicitando noticias  y fotos sobre el Aniversario 190 de nuestra añorada La Huaca.  Cumplo con poner a la vista algunas fotografías, basado en aquella frace que dice que “una fotografía dice más que mil palabras”.  Sobre notas y comentarios, me exonero de ello en vista de que muchos lectores pueden interpretar equivocadamente mis acotaciones, lo que sería contraproducente cuando se está buscando la armonía, la moderación y la unión fraternal de los huaqueños y huaqueñas.  ¡Viva La Huaca!
La Huaca, 10 de julio del 2015.

lunes, 6 de julio de 2015

SALUDO A LOS MAESTROS DE LA HUACA Y DEL PERÚ


SALUDO A LOS MAESTROS DE LA HUACA Y DEL PERÚ

            Lleno de múltiples sentimientos en este día 6 de julio, “Día del Maestro”, me dirijo a todos los educadores de mi pueblo y del Perú,  (activos, jubilados y echados de su trabajo) para saludarlos en su día y agradecerles por su esforzada labor cargada de sacrificio y abnegación.
            Pronunciar la palabra MAESTRO siempre me ha llenado de ternura y de gratitud porque a él le debo mi formación y lo que se.  Por eso caigo siempre en el pecado de personalizar mi homenaje rindiéndoles mi felicitación y mi gratitud a los maestros que contribuyeron a mi educación.  Y empiezo agradeciendo a mis primeros maestros (que fueron maestras) como la señora “Maquito” (María Guzmán”) y a la señorita Exilda del Rosario (su hija) que fue a la primera “escuelita de casa” donde me envió mi bisabuela doña María Zapata Salcedo. Luego tuve como “Maestro de escuelita de casa” a don Pedro Abad Herrera quien me enseñó a “hacer cuentas”.
                En la Escuela del Estado (Escuela Pre Vocacional Urbana de Varones Nº 13) tuve como mi “Primer Maestro” al inigualable “Juanacha”, don Juan Manuel Santiago Adrianzén Rivas, que me dio cupo en su eterna aula de “Transición”. La tremenda paciencia que tenía don Juan con los recién iniciados y la magia y destreza en convertir sus clases en un verdadero entretenimiento eran únicos.  Después pasé a las aulas de don Oscar Gualberto Guzmán Espinoza (sí, don Oscar, el que aun vive en la calle Grau) el que tenía una linda letra. También estuve en las aulas de de don Carlos Arriarán Farro, de don Manuel Pérez Landa, de don Francisco García Villegas, de don Carlos Heráclides Aliaga Villar. Lo mismo en las aulas de Carpintería con don Ángel Barrientos Cruz en la que aprendí a hacer trompos y otros adornos de zapote; en la de Agricultura con don Manuel Teodoro Vargas Colona, con cuya guía sembrábamos y cosechábamos el terreno que está en la barranca frente a la plaza de armas; en el aula de Electricidad con don Isaac Romeo Zapata Saavedra.
            Cuando salí de La Huaca para estudiar la Secundaria extrañé mucho a mis maestros primarios.  Creo que los maestros primarios son inolvidables.  Del Colegio “San Francisco” de Paita, donde estudié medio año, recuerdo a don Julio Alarcón, Augusto Juárez Siancas, al Padre Barahona, al Prof. de Música, Martínez, a Tomás Tomasada. 
            Al trasladarme a la Gran Unidad Escolar “Ignacio Merino” de Talara, tuve como profesores a Luis Valderrama Baca, Benjamín Frías Rodríguez, al sacerdote Luis Pacheco Wilson, a Orisón Samamé, a Felipe Santiago Tarmeño Peña, a Daniel Alania, a Leonidas Ordinola, al poeta y escritor Juan Antón y Galán, a Tomás Vilela Pachérrez, a Haroldo Pérez, a Delfín Ñañes Bayarta, a Vegas, a Nicolás Cevallos Gilvonio, al Prof. Bocanegra, a Amado Ezaine Chávez, al Profesor de Inglés, Cortez, al sacerdote Mario Rojas Ayala, al profesor de Literatura Alza Aniceto, al Profesor de Arte, Roque, a Augusto Lagos Ruiz, a Jorge Monroy Gálvez, al Prof. Bellini, a Marcelo Saldaña, a Manuel Terrones, a Ernesto Carhuaz Olivares, a José Vargas Palomino, a Javier Requena, a José Tume, a Víctor Valiente Rosas, profesor al que lo decepcionaba por mi poco apego por las Matemáticas.
                Mis recuerdos y homenaje para mis profesores de la Academia Comercial “La Sanmarquina” de Talara donde incursioné en el rubro del secretariado aprendiendo redacción, mecanografía, taquigrafía (importante curso en esa época que no existían grabadoras) Recuerdo mucho a la Prof. Maruja que dictaba el curso de Administración y Estadística.
            En este DIA DEL MAESTRO saludo a maestros destacados huaqueños de sangre y de corazón, como el Dr. Luciano Castillo Colona, Maestro Universitario, lo mismo a Idel Alfonso Vexler Talledo, quien fuera Vice Ministro de Educación, a don Manuel Santiago Adrianzén Rivas, a don Pedro Sarango Ojeda, quien antes de ingresar a la Policía de Investigaciones del Perú (PIP) trabajó como docente en Lobitos (Talara) a Elba Aranda de Sarango, Nora Vargas de Cáceres, a Anselmo Mario Morán Guzmán, Cruz María Miñán Quezada, Melva Miñán del Rosario, a  José Mendives Ayala, a Manuel Ordinola Cobeñas, a Andrés Adrianzén Rojas, a Santos Teobaldo Viera Lezcano, a Andrés Muñoz, etc.
Saludo a las “Maestras de Escuelita de Casa” que todavía quedan, como la señorita Mauricio Macalupú, Renée Sanginés Leytón, Dany Colona, Vicky Herrera Abad, Zulme Medina (que sólo le falta el título) y otras que son seguidoras de los fallecidos y fallecidas Hortencia Miñán, Carmencita Mogollón (aún vive pero no ejerce), Rosa Carrasco, Carmencita Vargas, Marciano García (donde eran enviados los muchachos más facinerosos) Exílda del Resario, María Guzmán (“La Maquito”) Tomasa Quevedo, Pedro Abad Herrera.
            Y por último, mi saludo para aquellos maestros y profesores a quienes se les ha endilgado el nombre de “interinos”, a los que brindo mi apoyo moral para que superen la difícil situación que están pasando a causa de haber sido echados de sus trabajos sin ninguna compensación.  Me sumo al repudio de estos maestros hacia el presidente Ollanta Humala por su actitud de burla hacia estos seres humanos, muchos de ellos con más de 20 años de servicio, pero que el Gobierno Central no les cancela el pago de la Compensación por Tiempo de Servicios (CTS) y el pago del 30% por concepto de preparación de clases que se les adeuda desde hace muchos años.
            Para aquellos profesores, este día estará cargado de tristeza porque todos ellos no pueden cumplir con las entidades bancarias, las mismas que han dispuesto el embargo de sus bienes, entre ellos sus propias viviendas, las que serán rematadas por el retraso en el pago de sus préstamos.  Por otro lado, muchos profesores, padres de familia, con mucho dolor se ven obligados a retirar a sus hijos de las universidades y otros centros de educación a causa de sus nulos ingresos. (¡…y se jactan de humanistas!)
            Todo el Perú está enterado de que en el Ministerio de Educación reina la corrupción ante los casos, como por ejemplo, haber rechazado a los maestros interinos de las nuevas contrataciones pero han recibido a estudiantes que recién han culminado la secundaria.
            Se aprecia que es una mentira aquel argumento del Estado que señala que su pretensión es mejorar la educación en el Perú, ya que se ha comprobado que en nuestro departamento, específicamente en la provincia de Morropón, se ha procedido a contratar a profesionales de enfermería para trabajar como docentes. (Diario “La República” de anteayer  4 de julio)
            Todos los peruanos nos enteramos de esta situación de corrupción pero nos quedamos silentes, sin brindarles el respaldo a estos hombres y mujeres que han contribuido en la formación nuestros hijos, en la construcción intelectual de la sociedad peruana. El Gobierno no reconoce que en Comprensión Lectora, en el año 2013, el 33% de alumnos obtuvo un logro satisfactorio, sin embargo en el 2014 este porcentaje llegó al 44%, es decir que ha tenido un incremento del 11%. Lo mismo en Matemática, en el 2013 el 17% de alumnos obtuvo un registro satisfactorio, para luego en el 2014 llegar a un 26%; por lo tanto, el Estado debería se hidalgo en reconocer que esta mejora se ha hecho con la presencia o participación de los profesores que ahora están siendo botados alegremente, con aquellos de aquel nombre despectivo de “interinos”.
            Todo esto es consecuencia de elegir a tipos que se presentan enmascarados a las justas electorales, que despliegan las banderas de la igualdad para todos, que vocean que defenderán a los más pobres, pero que cuando llegan al poder sacan a relucir su carnet de pro patronales, pro capitalismo y feligreses del enriquecimiento personal. Está muy claro que el actual gobierno lentamente ha ido cambiando su Plan Gubernamental a favor o beneficio de la clase pudiente y corrupta, desatendiendo el clamor de los humildes.  Y esto preocupa porque esta clase de gobiernos que marginan, que no escuchan, que crean resentimientos con sus injusticias, son los creadores de elementos que, no teniendo ya nada que perder, hacen uso de la violencia extrema y la subversión. Parece, pues, que no se aprende del pasado.
            Maestros de La Huaca, Maestros del Perú: Que este “Día del Maestro” sea de reflexión y de unión para lograr la solidez del Magisterio.
            Un abrazo al personaje histórico y digno del Perú: ¡EL MAESTRO!

La Huaca, 6 de julio del 2015.


LA MAYORÍA DE MAESTROS QUE AQUÍ APARECEN HAN FALLECIDO, OTROS YA SON CESANTESLA MAYORÍA DE MAESTROS QUE AQUÍ APARECEN HAN FALLECIDO, OTROS YA SON CESANTES
UNA BONITA FOTO DE MI PROMOCIÓNUNA BONITA FOTO DE MI PROMOCIÓN
ALGUNOS DE LOS NIÑOS QUE AQUÍ APARECEN YA SON ABUELOSALGUNOS DE LOS NIÑOS QUE AQUÍ APARECEN YA SON ABUELOS

miércoles, 1 de julio de 2015

EL CUENTO DEL MES (julio 2015) : EL "CHUPACABRAS" DE VIVIATE

DEDICATORIA: Para mi gran amigo Luis Castillo Acaro (Q. E. P. D.) viviateño preocupado por las cosas de su pueblo.

El “Chupa-cabras” de Viviate, con el seudónimo “Ñapique”, obtuvo Mención Honrosa en el XI Concurso de Cuentos y Leyendas (2000) convocado por Radio Cutivalú (Piura)

EL “CHUPA-CABRAS” DE VIVIATE

-          Ilustración : Imágenes de Google.
-          El nombre de la persona que aparece en este relato es imaginario.

La furia que cada cierto tiempo ponía de manifiesto el río Chira con sus desbordes y desbarranques había ido arrinconando al pueblo de Viviate hacia el cerro, hasta dejarlo pegado en su falda, sufriendo, desde entonces, las constantes avenidas de las aguas pluviales, las que la mano del hombre llegó a encausarlas mediante las quebradas bautizadas con los nombres de “La Zorra”, “Corre que te alcanzo”, “Cómo te agarro”, “La Chismosa”, “Bájate el calzón” y “La Pleitista”.
Los traslados que desde el pasado siglo XIX el río les había obligado a realizar y la lucha constante contra la naturaleza con el fin de proteger a su pueblo en su última ubicación, hicieron que en los viviateños naciera una vocación de ayuda mutua y de unión, y que vivieran alertas ante cualquier eventualidad.  A cada éxodo, a cada fuga de la inclemencia del caprichoso río Chira, además de llevar sus maltrechos bienes, ellos trasladaban sus costumbres, sus creencias y aquel dejo cantarín que tienen al hablar y que es único en la  zona provincial.
Otra de las características de este pueblo lo ponen los inexplicables y misteriosos sucesos que en él se han dado y que han quedado en la memoria de sus habitantes, como historias de fantasmas y aparecidos, de conversiones de personas en animales, de casas abandonadas desde donde llovían piedras, de perros que echaban fuego por la boca y de mondongos que, a media noche, se arrastraban por las calles.
Para todos estos hechos, los lugareños tienen una explicación, la que raya en la fantasía y la fábula.  También se dice que aquellos sucesos eran como un castigo a las relaciones pecaminosas e inmorales que sostenían algunos vecinos.  Lo que nunca podían explicar es cómo, desde hacía muchísimo tiempo, en ciertas épocas, aparecieran misteriosamente muertos, desangrados y con el cuello desgarrado, cabras, chivos, carneros y aves de corral.
Este fenómeno se repetía en los sitios hacia donde se trasladaba la población, siguiéndola como una maldición que no la dejaba en paz, causándole inquietud y temor, sobre todo a los ganaderos y pastores que siempre vivían en zozobra, pendientes de la reaparición de esta calamidad.  Todo lo que se decía al respecto de este anónimo asesino o asesinos estaba basado en suposiciones y conclusiones de mentes asustadas, pues todos desconocían al causante o causantes de esta desdicha, ya que nunca se encontró huella alguna.  Solamente se le asignaba el nombre de chupa-cabras por los estragos que causaba en sus víctimas al succionarles la sangre.
La última reaparición de este desconocido y voraz ente se produjo antes de las lluvias de 1983, cuando una madrugada el ruido de un forcejeo en su corral despertó a don Severo Navarro, quien comprobó que tres de sus hermosas cabras lecheras habían sido literalmente degolladas.  Fue entonces cuando el pánico invadió a los viviateños, los que formaron una brigada para, por las noches, velar en la ciudad, mientras que las mujeres, entre rezos, esparcían agua bendita y colocaban cruces de palma en los corrales en la creencia de que todo ello era un acto diabólico.  Aquello fue inútil porque el chupa-cabras aparecía con una creciente voracidad en los lugares menos esperados, lo que hizo que las brigadas se multiplicaran, creándose en todos los barrios grupos de hombres armados con palos, fierros y machetes.
De nada sirvió tanta precaución y tanta mala noche que pasaban los hombres queriendo atrapar al chupa-cabras.  Noche a noche el número de las víctimas iba aumentando sin que nadie sintiera su presencia.  La gente en su desesperación y pánico mandó a celebrar misas, lo que tampoco hizo menguar la acción aniquiladora de aquel ser desconocido. 
Pasaron seis meses y los vecinos de Viviate esta ban desesperados, en sus mentes se tejían las más inverosímiles fantasías sobre el caso y los niños vivían asustados, sobresaltándose ante cualquier ruido nocturno.  Aquella fiebre hizo que relacio naran este fenómeno con un octogenario de quien se comentaba que tenía una conducta inmoral, y el que curiosamente aparecía siempre en los lugares donde el chupa-cabras actuaba, lo que en una ocasión originó que la gente, que ansiaba encontrar un culpable, estuviera a punto de agredirlo, pero la cordura de un grupo logró rescatarlo de la turba.
Ojerosos y demacrados los pobladores noche a noche se movían nerviosamente esperando el llamado de algún vecino que diera cuenta de una nueva fechoría del que ya daban en llamar monstruo chupa-cabras. 
En aquel mar de confusión y de angustia, alguien tuvo la idea de construir un corral grande para reunir ahí a todos los ganados del pueblo y que grupos de hombres montaran guardia, en el intento de proteger a sus animales y tratar de atrapar al chupa-cabras. 
El funcionamiento de este cercado dio tranquilidad por unos días a los viviateños.  Pero una noche oscura en que los ganados al arrinconarse en estampida hacia un lado del corral, despertaron a los perros y éstos, veloces, emprendieron la persecución de algo que se movía a gran velocidad.  Los pastores después de comprobar que uno de los chivos  yacía en el corral completamente degollado, partieron en loca carrera tras sus perros que con sus ladridos despertaron al poblado.
Los ladridos se fueron escuchando cada vez más lejos, hacia el cerro, y los hombres con sus armas corrían tras ellos haciendo rodar, a su paso, piedras y cascajo.  De pronto los perros se detuvieron al fondo de una quebrada al tener a su presa acorralada contra la rocosa pared de la misma.
Cuando los ganaderos llegaron y las linternas iluminaron el ambiente, todos pudieron apreciar a un enorme felino en actitud defensiva frente a los canes que trataban de morderlo, pero éste, sentándose sobre sus patas posteriores empezó a mirar fijamente a los sabuesos.  Fue en ese momento en que los hombres repararon en que aquel, realmente, no era un felino sino una especie nunca vista cuya cara se confundía con la de un mono de pelo encanecido, de cuerpo parecido al de un canguro, y sus dientes, filudos en una boca babeante y rugiente, parecían los de un enorme murciélago.
Los ganaderos se quedaron como petrificados ante la presencia del perseguido, quien luego de fijar su fiera e hipnótica mirada sobre los perros, éstos empezaron a gemir y aullar de espanto y con el rabo entre las patas volvieron por donde habían llegado, mientras que las luces misteriosamente empezaron a parpadear y aquellas figura indescifrable desapareció ante sus ojos.
Repuestos de la impresión, los hombres buscaron por entre las rocas y arbustos sin resultado alguno.  En sus rostros sudorosos quedó dibujada la sorpresa y cada uno, al volver, dio una versión diferente sobre el chupa-cabras, lo que confundió y atemorizó a la población que creyó que eran muchos estos engendros.
A los pocos días llegaron las lluvias y los ganados retornaron a sus corrales.  Los hombres, mujeres y niños se entregaron a la faena de proteger sus casas de las aguas pluviales que corrían con ímpetu por las quebradas; y así el pueblo retornó a su vida habitual y a su lucha cotidiana.
Esta última aparición del chupa-cabras ha quedado a una gran distancia en el tiempo.  Hoy, para la gente joven de Viviate, todo ello es sólo una fábula, un cuento o una leyenda, pero en quienes vivieron este fenómeno, todavía existe la angustia y el temor de que, a pesar de que a ese pueblo ha llegado la electrificación y otros adelantos de la modernidad, aquel engendro pueda aparecer nuevamente a violar la tranquilidad pueblerina.
La Huaca, 1º de julio del 2015.